Se trata sin duda de una de las cumbres más espectaculares de toda la sierra norte, con sus 1831 metros, no es la cima más alta, pero si es la cima más emblemática de la sierra del Rincón y ofrece unas vista espectaculares en todas direcciones.
La forma más fácil para acceder a esta cima, es partiendo del puerto de La Puebla a 1638 metros. Desde el puerto se coge un pequeño sendero por el cordal del puerto en dirección sur. Se pasan unas antenas de comunicación y tras subir una pequeña pedrera ya estamos sobre el cordal, un terreno bastante fácil de recorrer. Desde aquí veremos el cerro de Portezuela, inconfundible por tener otra antena. Las vistas en todas direcciones son espectaculares, al lado Este el valle de la Puebla y al Oeste el valle del Lozoya.



Después de dejar atrás el Cerro Portezuela, donde como dijimos anteriormente hay una estructura que alberga una antena, Veremos al sur un puesto de vigilancia de forestales que pasamos de Largo para iniciar una ligera bajada al Collado de la Tiesa ya siempre con la vista puesta en La Peña de La Cabra. Al Este podemos ver el cordal de la Peña El Águila y bajo este los pinares del valle del Riato. Continuaremos en dirección Sur esquivando por el oeste algunas crestas de afiladas aristas hasta llegar a la ladera norte de la Peña.



Una vez alcanzamos la ladera norte de Peña de La Cabra, la rodeamos parcialmente para subir por su ladera Este por un sendero ascendiendo entre brezos y rocas hasta la misma cumbre.


En toda esta zona podemos contemplar interesantes formaciones rocosas. Las vistas son extraordinarias, estamos rodeados de montañas. Al sur todas las montañas que rodean el embalse del Atazar, hacia el suroeste la sierra de La Cabrera, la sierra de la Morcuera, Cuerda Larga y el Macizo de Peñalara, al Oeste los Montes Carpetanos, al Norte Somosierra que continua con la sierra del Ayllón con las cimas de Pico Cebollera y Pico del Lobo como más destacadas, y al Este la continuación de la intrincada sierra del Ayllón entre Madrid y Guadalajara.




Normalmente es fácil ver ejemplares de cabra montés que habitan estas montañas y dan nombre a esta cima en concreto.



Antes de emprender el camino de regreso bajamos hacia el sur para tener una mejor perspectiva de la Peña donde las cretas rocosas dan un aspecto mágico al paisaje.

