Hubo un tiempo en que el paso desde Miraflores de la Sierra (por entonces llamado Porquerizas) hacia el Valle del Lozoya era muy transitado. Cuenta la leyenda que durante el siglo XVII, los Reyes de España (Felipe IV e Isabel de Borbón) marchaban hacia el Monasterio de El Paular en uno de sus viajes. Isabel de Borbón se detuvo a descansar en uno de los parajes más bonitos del municipio macureño, La Parada del Rey, en la cima de la Raya y al pie de la Najarra. Debió quedar maravillada por aquel idílico paisaje cubierto de flores, y espontáneamente exclamó: “¡Mira, flores!”. Parece ser que a continuación pregunto a algún miembro del séquito por el nombre de aquel bello lugar. «Se llama Porquerizas majestad» le contestaron. La reina torció el gesto no entendiendo que tan bello lugar tuviera un nombre tan poco apropiado. El miembro del séquito, interpretando el desagrado de la reina por el nombre de ese lugar, la sugirió que ordenara cambiarlo por el que acababa de expresar. Y desde entonces pasó a llamarse Miraflores en vez de Porquerizas, o al menos eso se dice.

Parada del Rey, en la cima del monte de La Raya al pie de la Najarra
Situado en un enclave privilegiado, de destacado valor natural y ecológico, Miraflores de la Sierra forma parte del Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, área natural protegida y declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO. Se encuentra a tan sólo 50 km. de Madrid, se trata de un cruce de caminos entre los puertos de
La Morcuera y de Canencia, paso privilegiado al Valle del Lozoya, y entrada al Valle de Bustarviejo.
Realizaremos una ruta de senderismo partiendo del aparcamiento de la Fuente del cura, disfrutando del bello embalse de Miraflores, precioso rincón donde las cristalinas aguas del Puerto de la Morcuera se reúnen. Subiremos por el robledal hasta la cima del monte de la Raya para visitar la Parada del Rey y el corro de robles denominado los doce hermanos, para bajar de nuevo hacia el embalse y recorrer de vuelta el arroyo de Miraflores.

Embalse de Miraflores desde la subida al puerto de la Morcuera con la Najarra a la izquierda
Por el camino atravesaremos un denso robledal, a pesar de que ya estamos en verano podemos ver el musgo agarrado a las paredes de piedra que delimitan las fincas.
Cuando salimos del robledal, en los claros del bosque podemos ver gran cantidad de flores. No es difícil imaginar que la reina Isabel cambiase el antiguo nombre de Porquerizas.
La vista del embalse rodeada por la sierra de la Morcuera es espectacular. Se puede apreciar donde termina el robledal y comienza el pinar por los distintos tonos del verde del bosque en la ladera oeste de la Perdiguera.

Vista del embalse con la Perdiguera al fondo.
Las flores aromáticas como el cantueso son abundantes en la subida al monte de la Raya
Retamas y piornos colorean de amarillo los claros del bosque en un paisaje donde los robles y más arriba los pinos son los grandes protagonistas.
Por fin llegamos a la cima del monte de La Raya, donde un corro de robles nos dejan descansar al frescor de su sombra.

La Najarra asoma por encima del pinar

Vista del embalse de Miraflores desde los doce hermanos de la parada del rey
Estamos en la llamada parada del Rey, lugar de descanso de las comitivas reales cuando marchaban al Monasterio cartujo de El Paular.

Los doce hermanos, un corro de robles en el monte de La Raya. Parada del Rey

Parada del rey, al fondo el embalse de Miraflores, a la derecha los doce hermanos
Por el camino de vuelta nos encontramos con algunas mariposas tomando sus dosis de néctar
Finalmente volvemos a pasar por el embalse de Miraflores, un lugar realmente bonito totalmente rodeado de montañas, quizá en un tiempo pasado fue un circo glaciar.