Desde que se introdujeron en la sierra de La Cabrera los buitres leonados, el cancho de la Bola se ha convertido en un santuario de estas curiosas aves. La gran roca se ha blanqueado en los últimos años debido a los excrementos depositados por los buitres, estas aves tienen un privilegiado lugar de observación desde esta ubicación.
Tomando el desvío que sirve para subir al cancho gordo por el collado Alfrecho desde el camino del convento, pronto encontramos esta curiosa piedra a los pies de la sierra.
Otra roca singular que encontramos en el camino de los canchos con algunas pintadas, sirve para hacer una parada y beber un trago de agua antes de acometer el tramo más duro de la subida.
Según se va ascendiendo a la sierra se va tomando una espectacular vista del pueblo de La Cabrera y más al fondo las estepas cerealistas situadas entre las vegas del Jarama y el Henares.
Debido a la pobreza del suelo, la vegetación que se puede ver en esta ladera sur está compuesta principalmente por matorrales, como jaras, cantuesos, tomillos, retamas y algunos árboles acostumbrados a la escasez de agua como enebro y encinas.
Al llegar al collado Alfrecho nos encontramos con un amontonamiento de piedras que han ido juntando los numerosos excursionistas que pasan por aquí. En este punto se pueden tomar varios senderos, uno a la izquierda que te lleva al cancho gordo, otro recto que baja hacia el Espaldar y lleva al collado del medio Celemín y otro a la derecha que lleva a hacer la cuerda de la sierra de La Cabrera hasta el Pico de la Miel.
Tomando en el collado Alfrecho el sendero de la derecha que va hacia el Pico de la Miel, pronto llegamos a un punto desde donde se ve claramente el cancho de la bola, donde normalmente los buitres nos vigilan.
Esta zona está llena de bolos graníticos y algún barranco con espectaculares vistas del pueblo.
Si nos aproximamos con cautela y tenemos suerte podemos ver algún buitre sobre la bola, aunque en cuanto nos vea acercarnos seguro que emprenderá su majestuoso vuelo.
Desde la plataforma que se ubica el cancho se tienen unas increíbles vistas de toda la comarca, no es de extrañar que los buitres lo hayan elegido como su santuario.